lunes, 1 de abril de 2013

REMACHES


Un roblón o remache es un elemento de fijación que se emplea para unir de forma permanente dos o más piezas. Consiste en un tubo cilíndrico (el vástago) que en su fin dispone de una cabeza. Las cabezas tienen un diámetro mayor que el resto del remache, para que así al introducir éste en un agujero pueda ser encajado. El uso que se le da es para unir dos piezas distintas, sean o no del mismo material.
Aunque se trata de uno de los métodos de unión mautomotriz, electrodomésticos, muebles, hardware, industria militar, metales laminados, entre otros muchos.
ás antiguos que hay, hoy en día su importancia como técnica de montaje es mayor que nunca. Esto es debido, en parte, por el desarrollo de técnicas de automatización que consiguen abaratar el proceso de unión. Los campos en los que más se usa el remachado como método de fijación son:
Existe un pequeño matiz diferenciativo entre un roblón y un remache. Los roblones están constituidos por una sola pieza o componente, mientras que los remaches pueden estar constituidos por más de una pieza o componente. Es común denominar a los roblones también remaches, aunque la correcta definición de roblón es para los elementos de unión constituidos por un único elemento.
Las ventajas de las uniones remachadas/roblonadas son:
  • Se trata de un método de unión barato y automatizable.
  • Es válido para unión de materiales diferentes y para dos o más piezas.
  • Existe una gran variedad de modelos y materiales de remaches, lo que permite acabados más estéticos que con las uniones atornilladas.
  • Permite las uniones ciegas, es decir, la unión cuando sólo es accesible la cara externa de una de las piezas.
Como principales inconvenientes destacar:
  • No es adecuado para piezas de gran espesor.
  • La resistencia alcanzable con un remache es inferior a la que se puede conseguir con un tornillo.
  • La unión no es desmontable, lo que dificulta el mantenimiento.
  • La unión no es estanca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario